Kitty Wells, la Reina del Country
Kitty Wells fue la primera mujer estrella de country, con una carrera que contribuyó a abrir camino para otras artistas rompiendo estereotipos.
A mediados del siglo XX, la música country se encontraba en plena expansión, evolucionando desde su primera etapa como música hillbilly del sur y centro de Estados Unidos hacia una posición más global gracias a la radio y la consolidación de Nashville como epicentro discográfico. En este momento, el estilo honky tonk era el predominante (¿os suena Hank Williams?) con guitarras eléctricas, pedal steel y letras sobre desamor, alcohol y la dureza de la vida rural. Sobre los orígenes y todo lo que tuvo que pasar para llegar hasta aquí, ya hablaremos otro día.
Desde Texas: Hank Thompson
En este contexto aparece Hank Thompson (1927-2007), un ex-marine de Waco (Texas) que, tras varios años sin pena ni gloria en el mundo de la música, lanza “The wild side of life” (1952), un tema que da en el clavo de lo que necesitaba la industria: otra canción sobre lo malas que son las mujeres que salen por la noche y tientan a los hombres a ser adúlteros. Lo normal.
You wouldn't read my letter if I wrote you
You asked me not to call you on the phone
But there's something I'm wanting to tell you
So, I wrote it in the words of this song
I didn't know God made honky-tonk angels
I might have known you'd never make a wife
You gave up the only one that ever loved you
And went back to the wild side of life
The glamor of the gay nightlife has lured you
To the places where the wine and liquor flows
Where you wait to be anybody's baby
And forget the truest love you'll ever know
I didn't know God made honky-tonk angels
I might have known you'd never make a wife
You gave up the only one that ever loved you
And went back to the wild side of life
Este éxito inmediato había sido compuesto y grabado en 1951 por Jimmy Heap and His Melody Masters, un grupo de honky tonk que, aunque tendría una carrera hasta bien entrados los años 70, pasó desapercibido hasta que Thompson recupera su canción y la lleva a lo más alto de las listas de éxitos durante más de 15 semanas consecutivas.
Supongo que finalmente encontró su audiencia: todos aquellos hombres tristes y alcoholizados que no podían asumir que las mujeres también saliesen por las noches a divertirse y necesitaban culpar a alguien de su excesivo alcoholismo. Después de dos guerras y un extenso período de depresión en todos los sentidos, los años 50 vieron por primera vez cómo las mujeres salían de casa a divertirse en lugar de quedarse haciendo la cena o cuidando a los niños.
Desde Nashville: Kitty Wells
Paralelamente Kitty Wells (1919-2012), también llevaba algunos años intentando hacerse hueco en la música, siempre en segunda línea. Nacida en Nashville, tocaba la guitarra y cantaba desde que era niña en el seno de una familia tremendamente musical. Con tres de sus hermanas formó el grupo Deason Sisters, y siendo apenas adolescente ya cantaban en radios locales. Con 18 años conoce y se casa con el aspirante a músico de country Johnnie Wright, uno de sus principales apoyos.

A partir de ese momento, Kitty comienza a girar con su marido en distintas formaciones, ejerciendo principalmente como corista. En una de estas giras coincide con Roy Acuff and the Smoky Mountain Boys.
Roy Acuff era conocido como “el rey del country” y gozaba de gran éxito desde los años 30, ya que había contribuido a evolucionar el estilo y se había convertido en uno de los principales músicos del Grand Ole Opry. Si bien su influencia musical fue inconmensurable, su visión de futuro fue más bien pobre. Durante aquella gira, Acuff no dudó en intentar disuadir a Johnnie para que no animase a Kitty a lanzarse en solitario, ya que “las mujeres no vendían discos de country”. Ay, amigo, la que se te viene encima.
En este momento, y a pesar de su juventud, Kitty ya había sido madre de tres niños - nada extraño para la época- y empezaba a considerar si ya era demasiado tarde para ser alguien en la música a pesar de los ánimos de su marido y del resto de músicos con los que giraba habitualmente. A punto de tirar la toalla, no tenía ni idea de que su oportunidad de oro estaba a la vuelta de la esquina.
It wasn’t god who made honky tonk angels
En marzo de 1952, “The wild side of life” ya sonaba en todas las emisoras de country. Curiosamente fue J.D. Miller, un compositor y productor de Louisiana, quien apenas semanas después compuso “It wasn’t god who made honky tonk angels”, una atrevida respuesta al mensaje del texano. En mayo, Kitty Wells entraba en Castle Studios (Nashville) estudio para grabarla tras haber asegurado por fin un contrato con Decca Records. Johnnie Wright, marido de Kitty, tocaría el bajo en esta grabación, aunque todo el protagonismo lo tendría ella.
En junio, la canción llegaba a las ondas, dejando en shock a todo el público no solo por su contenido, sino porque en pocos días escalaba a lo más alto de las listas, rivalizando con la canción a la que respondía.
It wasn't god who made honky tonk angels
As you wrote in the words of you're song
Too many times married men think they're still single
That has caused many of good girls to go wrong
It's a shame that all the blame is on us women
It's not true that only you men feel the same
From the start most every heart that's ever been broken
Was because there always was a man to blame
Esta canción venía por fin a dejar claro que todas las historias tienen dos caras con una buena dosis de realidad: los hombres adúlteros son los únicos responsables de sus acciones.
Un inciso: “It wasn’t god who made honky tonk angels” contiene una melodía tradicional de los años 20 que ya había sido utilizada por Roy Acuff en 1936 (esto era -y sigue siendo- muy habitual en la música country), en su canción “Great Specked Bird”. No he logrado averiguar si esto fue a propósito.
Y sí, la canción de Kitty recaudó muchísimo más que la de Acuff. Ojalá haber visto cómo le llegaba la mandíbula al suelo al verla subir como la espuma en las listas.
Como era de esperar, aun con un éxito tan claro e instantáneo, la canción fue censurada por la NBC y el radioshow del Grand Ole Opry (en unas semanas os hablaré de este lugar) porque era “sugerente”. Sugerente, ofensiva, de mal gusto… En la historia del country surgirán mil y una razones para censurar canciones de artistas femeninas, cada una más absurda que la anterior, con tal de poner algún tipo de freno a que utilizasen la música para denunciar lo bien gordos que los tenían todos estos señores.
No obstante, “It wasn’t god who made honky tonk angels” llegó a número 1, lo que significó que Kitty Wells sería la primera artista femenina que, en solitario, lograba encabezar las listas Billboard de country, vendiendo más de un millón de copias. Y sí, ese mismo año, Kitty la acabó tocando en el Grand Ole Opry.
Lo mejor de todo es que este no fue un éxito aislado, sino que su carrera despegó a partir de este momento y se alargaría durante varias décadas, abriendo camino para muchas otras que vendrían detrás y demostrando que hay espacio para otro punto de vista.
Todavía quedaban un par de décadas hasta que el feminismo empezase a filtrarse en la cultura popular, pero Wells no dejó de escribir y cantar sobre aquellos temas que preocupaban a las mujeres y que, sin duda alguna, también forman parte esencial de la historia de la música country. Desde ese primer hit, Kitty Wells sería conocida como The Queen of Country Music.
La relevancia de esta canción se reconoce no solo por todo lo que recaudó en ventas ni todas las semanas que estuvo en lo alto de las listas de éxitos, sino sobre todo en su legado. Rápidamente se convirtió en un himno y una inspiración para todas aquellas que intentaban abrirse hueco en una industria absolutamente misógina y brutal. Además del mensaje que transmitía, se había convertido en el más claro ejemplo de que las mujeres sí podían hacer buena música country y no solo ser coristas o músicos de segunda línea.
Entre decenas de versiones y homenajes a lo largo de las décadas siguientes, uno de los mayores reconocimientos fue el disco ‘Honky Tonk Angels’, un álbum excepcional que reunió a Dolly Parton, Loretta Lynn y Tammy Wynette, sin duda las reinas del country de las décadas posteriores a la de Kitty Wells, y en el que ella misma participa. Wells inició la dinastía, pero estas tres artistas, entre muchas otras, la continuarían hasta nuestros días.
Howdy partner!

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Mi intención es volcar aquí todas esas cosas con las que le doy la turra a mis amigxs, sobre todo música pero también personajes históricos, libros o anécdotas que me voy encontrando mientras cabalgo a través de los Apalaches o las llanuras de Texas explorando artistas, discos, libros y demás curiosidades.
Quiero que Honky Tonk Angels sea un bar de carretera, una jukebox, un granero el día del baile o un campamento de cowboys que se cuentan historias en una fría noche a la intemperie bajo el cielo de Wyoming.
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